Un nuevo trabajo y una nueva Tierra – Jordania

Un nuevo trabajo y una nueva Tierra – Jordania

Publicamos un artículo aparecido en la web de AMU (Azione Mondo Unito), ong con la que colabora la Fundación Igino Giordani. Se trata de uno de los proyectos que estamos sosteniendo conjuntamente. Después del trauma de tener que abandonar sus tierras, el mayor temor es no encontrar un trabajo para mantenerse a sí mismos y a su familia. Martin es un iraquí de 27 años y padre de una niña. Hasta la llegada de ISIS (Estado Islámico), su vida transcurrió pacíficamente en casa, luego él y su familia comenzaron a sufrir amenazas. Por esto, decidió dejar todo lo que tenía, casa, trabajo…, y llegó a Jordania en 2016, llevando consigo sólo algunos ahorros para sobrevivir los primeros días. En Jordania, Martin y su hermano empezaron a buscar trabajo para mantener a su familia. Pero, desafortunadamente, a los iraquíes en Jordania no se les permite trabajar de manera regular, por lo que se encontró en un callejón sin salida y la situación empeoraba. Un día le hablaron de Cáritas Jordania y la asistencia que brindan a las personas en su situación. Al principio, Martin y su familia aprovecharon estos servicios y ayudas, pero no podía ser una situación que perdurara en el tiempo. El trabajo seguía siendo la primera necesidad. A través del proyecto de apoyo a los refugiados iraquíes en Jordania, promovido por AMU e implementado por Cáritas Jordania, Martin tuvo la oportunidad de formarse para trabajar como carpintero en el Jardín de la Misericordia – Centro de Nuestra Señora de la Paz. Este trabajo ha cambiado su vida, ahora está tranquilo porque tiene unas horas de trabajo decente y un salario que le permite mantener a su familia. La historia de Martin es similar a la de muchos otros refugiados iraquíes que encontraron una manera de forjarse una nueva vida en Jordania. Gracias a la presencia de la Iglesia, a través de Cáritas, ahora pueden trabajar regularmente.

Costa de Marfil: nueva actividad avícola

Costa de Marfil: nueva actividad avícola

Del 16 al 24 de febrero viajamos a Costa de Marfil con la Asaciación «Levántate y Anda», un grupo que colaboramos con la Fundación Igino Giordani. Teníamos pocos días para visitar distintos proyectos en el país; unos en curso desde hace años y otros incipientes. Uno de ellos es el proyecto de 6 becas de formación para un grupo de familias de Tiébissou, población cercana a la ciudad de Bouaké, la tercera del país. Cuatro de estas becas han sido para la formación profesional en el ámbito de la ganadería y la agricultura, de 3 hombres y una mujer, que han terminado satisfactoriamente sus estudios. Una vez adquirida esa formación han propuesto la colaboración, a través de la Fundación Igino Giordani, en una nueva actividad que consiste en la CONSTRUCCIÓN DE UN CRIADERO DE POLLOS. Han decidido montar su propia empresa de cría de pollos como medio de vida para ellos y sus familias. Para ello presentaron a la Fundación un proyecto con el presupuesto de todo lo necesario para poner en marcha su actividad emprendedora. En nuestro viaje a Costa de Marfil pudimos visitarlos. Fue una alegría conocernos por fin: llevaban horas esperándonos, ya que nuestro viaje tuvo bastantes incidencias, entre ellas un día de retraso, con los consiguientes reajustes de programa. Nos recibieron con una gran alegría y calor humano, y nos ofrecieron una comida buenísima y bebidas frías, que siempre se agradecen en tierras africanas. Es imposible expresar su alegría cuando les dijimos que aprobábamos su proyecto y cuando les prometimos mandar los fondos necesarios. El aplauso fue entusiasta y aliviado. De hecho, en Costa de Marfil se come muy buen pollo, sobre todo en las fiestas, y el tiempo de Pascua es una buena ocasión para poder vender los primeros pollos ya criados. En el seguimiento de la actividad y para asegurar su viabilidad colaborará también un empresario que comparte los principios de la Economía de Comunión. Nuestros amigos tienen buenas perspectivas y esperan, con el tiempo, poder extender la empresa a otras familias que necesitan un medio de vida. Empiezan criando pollos, pero con la idea de criar más adelante también pavos, conejos e incluso ovejas y vacas. Nuestra pequeña experiencia en Costa de Marfil nos hace ser optimistas: hemos visto con nuestros propios ojos que actividades emprendedoras que nacen modestamente a partir de una relación personal y un compromiso por ambas partes, da fruto y es capaz de cambiar la vida y el modo de trabajar de un número consistente de personas de su entorno.