En momentos donde los corazones se abren a la esperanza y la solidaridad, la dignidad de la persona se convierte en un faro que nos guía hacia un mundo más justo y compasivo. La Fundación Giordani, comprometida con la promoción de los valores humanos y el desarrollo sostenible, nos invita a reflexionar y actuar desde el amor y la empatía, fomentando una cultura del encuentro y la colaboración que abrace a todos.
La dignidad de la persona: un regalo que compartimos
Reconocer la dignidad humana implica mirar a los demás con ojos de respeto y admiración, valorando su historia, sus talentos y su capacidad para enriquecer nuestras vidas. La Fundación Giordani busca ser un puente para que todas las personas se sientan valoradas, respetadas y apoyadas en su camino. Cultivar relaciones basadas en el cuidado mutuo es un acto de profunda humanidad.
La cultura del encuentro: un abrazo para el alma
Construir puentes, no muros, y abrazar la diversidad son pasos esenciales para fomentar la cultura del encuentro. En un mundo diverso, encontrar tiempo para escuchar, entender y compartir con otros es un acto de amor. La Fundación impulsa iniciativas que conectan a personas de diferentes orígenes, fomentando encuentros que enriquecen el espíritu y promueven la unidad.
Un ejemplo que refleja este espíritu es el modelo de «coliving sostenible». Tal como se describe en Ecoisleta, un coliving sostenible es más que un espacio compartido; es una comunidad donde la colaboración y el respeto mutuo florecen. Este enfoque no solo refuerza los lazos entre las personas, sino que también nos invita a cuidar de nuestro entorno, un regalo que debemos proteger para las generaciones futuras.
1. Espacios compartidos y privados
Zonas privadas: Habitaciones individuales o estudios equipados con lo esencial para garantizar privacidad.
Áreas comunes: Cocinas, salas de estar, coworking, jardines, gimnasios o terrazas diseñadas para el uso colectivo, fomentando la interacción entre los residentes.
2. Enfoque en la comunidad
El coliving promueve la interacción y las relaciones sociales entre los habitantes mediante actividades grupales, eventos y reuniones.
Los residentes suelen compartir intereses o valores comunes, como el espíritu emprendedor, la sostenibilidad o el arte.
3. Servicios integrados
Incluye servicios como limpieza, mantenimiento, internet de alta velocidad, lavandería e incluso comidas, simplificando la vida diaria.
Los costos de estos servicios suelen estar incluidos en una tarifa mensual.
4. Flexibilidad
Los contratos de coliving suelen ser más flexibles que los alquileres tradicionales, con opciones de estadías cortas, medianas o largas.
Es ideal para nómadas digitales, estudiantes o profesionales jóvenes que necesitan movilidad.
5. Enfoque tecnológico
Uso de aplicaciones para gestionar reservas, pagos, comunicación con otros residentes o acceso a servicios adicionales.
Las comunidades suelen estar diseñadas para satisfacer las necesidades de quienes trabajan de forma remota.
6. Diseño funcional y moderno
Los espacios están pensados para maximizar la comodidad y el uso eficiente de las áreas, con un enfoque en la estética moderna y la sostenibilidad.
Los entornos suelen ser minimalistas y acogedores.
7. Acceso a comunidades globales
Muchas empresas de coliving tienen ubicaciones en distintas ciudades, permitiendo a los residentes moverse dentro de la misma red sin problemas.
Esto atrae a viajeros frecuentes y a quienes buscan formar parte de una red global de contactos.
8. Sostenibilidad
En muchos casos, el coliving se organiza en torno a prácticas sostenibles, como el uso compartido de recursos, el reciclaje y el diseño ecológico.
Beneficios del coliving:
Promueve un sentido de pertenencia y evita el aislamiento.
Ofrece una solución asequible frente al costo creciente de la vivienda en las grandes ciudades.
Atrae a personas que valoran tanto la independencia como la comunidad.
La colaboración: el mejor presente que podemos dar
La colaboración es el motor que nos permite enfrentar los desafíos más grandes y construir un mundo más amable. La Fundación promueve proyectos que unen a individuos y comunidades en torno a metas comunes, creando redes de apoyo y generando soluciones sostenibles.
Un ejemplo poderoso es la colaboración intergeneracional, donde las personas mayores comparten su sabiduría con los jóvenes, y estos, a su vez, aportan energía e innovación. Este intercambio nos recuerda que todos tenemos algo valioso que ofrecer y recibir, y que juntos podemos construir algo extraordinario.
A modo de conclusión: sembrando esperanza y solidaridad
La dignidad de la persona, la cultura del encuentro y la colaboración son como luces en el camino que nos llevan a un futuro más humano y solidario. La Fundación Giordani nos invita a actuar con acciones que trasciendan las palabras: respetando, escuchando y trabajando juntos para un bien mayor.
Cada pequeño acto de bondad cuenta. Juntos, podemos transformar nuestra manera de convivir y colaborar, haciendo de la dignidad humana el eje central de nuestras vidas.
Significa que como pueblo nos apasiona el objetivo de encontrarnos, de buscar puntos de contacto, de tender puentes, de proyectar algo que nos incluya a todos. El pueblo es el sujeto de esta cultura, no una elite que busca una pacificación aparente con recursos profesionales y mediáticos.
En la Fundación Giordani creemos que el cambio significativo no ocurre en solitario. Las alianzas estratégicas son la clave para enfrentar los desafíos actuales de manera más efectiva y ofrecer soluciones integrales que transformen vidas.
Unir esfuerzos no es simplemente colaborar, es co-crear: trabajar codo a codo con socios estratégicos para combinar recursos, experiencias y visiones. Esta unión nos permite construir proyectos sólidos, sostenibles y de alto impacto.
¿Por qué apostamos por las alianzas estratégicas?
En un mundo interconectado, los problemas complejos requieren respuestas coordinadas. Trabajamos en conjunto porque:
🔹 Sumamos fortalezas para multiplicar resultados. Al unir capacidades, logramos mucho más de lo que podríamos hacer solos.
🔹 Creamos soluciones completas. Las alianzas permiten abordar las necesidades desde múltiples ángulos, generando un impacto más profundo y duradero.
🔹 Innovamos para enfrentar desafíos. Con distintas perspectivas y experiencias, diseñamos enfoques creativos y efectivos.
¿Cómo funcionan nuestras alianzas?
Identificación de objetivos comunes. Nos unimos con organizaciones que comparten nuestra misión de generar impacto social positivo.
Definición de roles claros. Cada socio aporta lo mejor de sí mismo: recursos, experiencia o red de contactos.
Trabajo conjunto. Implementamos proyectos diseñados para maximizar resultados y medir su impacto.
Transparencia y compromiso. Garantizamos una comunicación fluida y responsabilidad compartida.
¿Manos a la obra?
En un esfuerzo por construir un futuro más solidario y eficaz, diversas organizaciones nos hemos reunido para iniciar un proceso de sinergias sin precedentes. Este nuevo camino, que recorreremos juntos, está pensado para trabajar codo a codo, sumando nuestras fortalezas y experiencias.
Nuestro objetivo principal es claro: ofrecer respuestas más integrales y generar un impacto directo en las comunidades que más lo necesitan. La colaboración nos permitirá diseñar y ejecutar proyectos innovadores que aborden los desafíos desde diferentes ángulos, asegurando soluciones más completas y sostenibles.
💡 Organizaciones participantes:
🔹 Humanidad Nueva
🔹 Acciones de Familias Nuevas
🔹 Ciudades por la Fraternidad
🔹 Economía de Comunión
🔹 Fundación Igino Giordani
Este compromiso colectivo no solo refuerza nuestra misión compartida, sino que también abre nuevas posibilidades para transformar realidades con una visión de fraternidad y unidad.
Juntos, transformamos realidades
Desde la Fundación Giordani, estamos convencidos de que las alianzas estratégicas no solo fortalecen a las partes involucradas, sino que también benefician directamente a las comunidades y sectores que más lo necesitan. Nuestro objetivo es construir un futuro más justo y sostenible, uniendo fuerzas con empresas, ONGs, instituciones académicas y gobiernos.
Porque juntos no solo hacemos más, hacemos mejor.
La Comunidad Valenciana enfrenta uno de los episodios más devastadores de su historia reciente, un desastre natural que ha dejado una huella imborrable en sus habitantes. Entre el barro, las lágrimas y la solidaridad, la región se debate entre la desolación y la esperanza, en un vaivén emocional que refleja la magnitud de lo ocurrido.
@charlyargaña
Un «tsunami» que lo cambió todo
El impacto del desastre es difícil de dimensionar. Las palabras de quienes han estado en primera línea lo describen como un “tsunami”que arrasó con todo a su paso. Barrios enteros quedaron sepultados bajo toneladas de barro y escombros. Los garajes, que antes almacenaban pertenencias personales, ahora albergan restos de otras vidas: lavadoras, neveras y puertas de cocina de hogares desconocidos que fueron arrastradas por la fuerza del agua.
La devastación es inmensa, no obstante el dolor humano pesa aún más. Familias han perdido a seres queridos, y ese vacío, dicen los testigos, es imposible de llenar. Sin embargo, en medio de esta tragedia, ha surgido un rayo de luz: la solidaridad inquebrantable de la comunidad.
La respuesta inmediata: manos que ayudan sin etiquetas
Desde los primeros momentos tras la tragedia, la ciudadanía valenciana respondió con una generosidad abrumadora. Personas de todas las edades y condiciones se lanzaron a ayudar sin reparar en etiquetas. “Directamente ayudar” fue el lema no oficial de esta movilización masiva.
Cuando las condiciones lo permitieron, cientos de voluntarios se desplazaron a las zonas afectadas para retirar barro, limpiar calles y llevar alimentos a quienes lo habían perdido todo. La organización espontánea dio paso a iniciativas más estructuradas: vehículos llenos de ropa sucia se llevaban a casas de Valencia capital para lavarlas y devolverlas limpias. Las cocinas se convirtieron en improvisados centros de preparación de comidas para los afectados.
Los jóvenes: también se han lanzado en la reconstrucción
Destaca el papel de los jóvenes, que han demostrado una capacidad extraordinaria para organizarse y aportar energía a esta causa. Grupos como el de los jóvenes gen2 (segunda generación del Movimiento de los Focolares), coordinaron la llegada de decenas de voluntarios durante el puente de noviembre, mientras otros colectivos continúan sumándose semana tras semana. Su compromiso es una inspiración para todos y una muestra de cómo las nuevas generaciones están a la altura de los retos más exigentes.
La solidaridad que trasciende fronteras
La tragedia de la Comunidad Valenciana ha despertado un movimiento de apoyo que no se limita a la región. Desde el resto de España, ciudadanos se han volcado en preguntar cómo pueden colaborar. Esta avalancha de solidaridad llevó a la comunidad local a coordinarse con nuestra Fundación para canalizar las ayudas.
Por un lado, las donaciones económicas fluyen a través de la Fundación, mientras que a nivel local, grupos comunitarios identifican necesidades urgentes como electrodomésticos básicos (neveras y lavadoras) y aseguran que estas ayudas lleguen a quienes más las necesitan.
Esperanza en medio del dolor
En un contexto de desolación, la esperanza ha encontrado su lugar en los gestos de bondad que florecen en cada rincón de la Comunidad Valenciana. La tragedia ha demostrado la capacidad humana para unirse y superar las adversidades colectivamente.
Mientras continúan las labores de reconstrucción, la Comunidad Valenciana se convierte en un ejemplo vivo de resiliencia, mostrando que incluso en los momentos más oscuros, la luz de la solidaridad puede marcar la diferencia.
Si deseas contribuir a las iniciativas de ayuda, puedes hacerlo a través de nuestra plataforma: Emergencia DANA , donde cada donación suma para reconstruir vidas y devolver la esperanza a una región que se niega a rendirse.
¡Gracias a Lourdes Castelblanque!
En los últimos tres años, el proyecto ha permitido rehabilitar y ampliar las infraestructuras hidráulicas necesarias para abastecer de agua potable a los municipios de Ruyigi y Butezi (provincia de Ruyigi) y a las escuelas de la zona, con un total de 25,812 km de acueducto (frente a los 21 km previstos inicialmente). Las obras de infraestructura se acompañaron de la acción fundamental de concienciación sobre la higiene y el agua como bien común, así como de la construcción de letrinas ecológicas para salvaguardar la capa freática y garantizar el saneamiento básico.
Las autoridades locales confirman que este acceso al agua potable ha mejorado considerablemente las condiciones de vida de los residentes. Los efectos positivos se manifiestan de forma tangible en la vida cotidiana
Las fuentes instaladas en los dos municipios se han convertido en lugares de higiene y salud para los habitantes. Vemos a los niños lavarse las manos y los pies y beber agua limpia, lo que contribuye a reducir el riesgo de enfermedades relacionadas con la falta de higiene. Los adultos, a menudo acompañados de niños, van allí a lavar la ropa, lo que simplifica sus tareas cotidianas.
En un mundo cada vez más polarizado, resulta común encontrar a parejas o amigos que, pese a sus diferencias políticas o ideológicas, conviven y comparten sus vidas. Esto ocurre en España, donde la vida cotidiana nos enfrenta con frecuencia a debates sobre temas tan variados como la economía, la inmigración, o la educación. No es inusual, por ejemplo, que una pareja, uno quizás más orientado a la izquierda y otro más hacia el centro o la derecha, termine en acaloradas discusiones sobre temas que afectan tanto a su vida personal como a la sociedad.
La relación antes que la ideología
Imaginemos una pareja en la que uno trabaja en una ONG que apoya a inmigrantes y el otro, en un despacho de abogados con clientes del sector empresarial. Estas diferencias no son solo profesionales, sino que afectan sus ideas sobre temas tan candentes como la reforma laboral o la política de inmigración. La tentación de evitar temas polémicos es fuerte, sobre todo cuando las discusiones se vuelven intensas, pero evitar la confrontación, como explican John y Lori Chesser en su experiencia, también conlleva el riesgo de distanciarse emocionalmente.
Para muchas familias en España, como quizás para una pareja sevillana que vota distinto pero comparte la crianza de hijos pequeños, resulta fundamental no caer en el error de evitar los temas de fondo. Si bien puede ser incómodo, afrontar las conversaciones sobre temas difíciles ayuda a construir un vínculo más fuerte y maduro. Con el tiempo, estos diálogos incómodos permiten no solo comprender mejor la postura del otro, sino también cuestionarse a uno mismo, limpiando prejuicios y buscando puntos de entendimiento.
Invitar y ofrecer otras perspectivas
John y Lori aprendieron que invitar otras perspectivas enriquece el diálogo y evita los malentendidos. Este principio se puede aplicar tanto en el ámbito familiar como en el profesional. En España, es común ver este tipo de situación en juntas directivas de organizaciones o en los consejos de administración de empresas familiares. Una práctica extendida es invitar a los miembros a expresar sus opiniones en un clima de respeto, incluso cuando el grupo tiende hacia una postura común.
Tomemos el ejemplo de una asociación de vecinos en Barcelona, que, ante la instalación de nuevas infraestructuras, podría dividirse entre quienes ven en ellas una oportunidad y quienes las consideran una amenaza a su tranquilidad. En lugar de suponer que todos están de acuerdo, es clave invitar a aquellos con dudas o ideas opuestas a expresar sus preocupaciones, con el objetivo de tomar decisiones informadas y evitar roces que puedan explotar en el futuro.
La importancia de escuchar de verdad
Escuchar es uno de los actos más difíciles en una conversación política, especialmente cuando las posiciones son firmes. Para que la escucha sea efectiva, debe ir acompañada de una intención genuina de comprender, no de formular una respuesta rápida. La experiencia de John y Lori muestra que este enfoque puede ser transformador. En las reuniones familiares o en las cenas con amigos en las que se discute de política, los argumentos más fuertes son a menudo los menos escuchados, pues el debate se convierte en una serie de monólogos en vez de un diálogo real.
Un buen ejemplo podría ser el caso de una comunidad de vecinos en Madrid que debate cómo hacer frente a problemas de convivencia. Quizás haya residentes que sienten que las reuniones son tensas y evitan compartir su punto de vista. Sin embargo, cuando alguien, con paciencia y empatía, decide escuchar a cada vecino, se produce un cambio en la dinámica: los desacuerdos, en vez de ser una barrera, pasan a ser una oportunidad para construir confianza y buscar soluciones prácticas.
Construir una cultura de diálogo
Las experiencias personales en el ámbito de la política pueden parecer ajenas a nuestra vida cotidiana, pero las lecciones de convivencia política tienen una aplicación práctica en cada comunidad o grupo social. John, tras enfrentarse a divisiones dentro de una junta en la Red de Iowa contra la Trata de Personas, comprendió que una cultura de diálogo no se impone, sino que se construye con el tiempo y el ejemplo. En España, esta lección se puede aplicar en el entorno laboral, en las asociaciones y en los clubes, donde los desacuerdos son inevitables.
En una asociación cultural en el País Vasco, por ejemplo, los miembros pueden debatir sobre qué actividades priorizar. Las opiniones son variadas y los intereses a veces enfrentados. En lugar de imponer decisiones, los responsables podrían enfocarse en fomentar un diálogo constructivo, tal como hizo John en su junta, y desarrollar una cultura donde cada voz se sienta respetada. Con el tiempo, una cultura de diálogo puede ayudar a evitar tensiones y a alcanzar acuerdos sólidos y duraderos.
Conclusión: El amor como fuerza para el diálogoChiara Lubich, fundadora del movimiento de los Focolares, definía la política como “el amor de todos los amores”. Esta idea, aunque ambiciosa, cobra sentido en el día a día cuando tratamos de hacer de nuestras relaciones y decisiones comunes una expresión de amor y respeto hacia los demás. Para las familias, los grupos de amigos y las organizaciones en España, adoptar este enfoque es una oportunidad para trascender la polarización y crear espacios de encuentro y comprensión. No se trata de evitar las diferencias, sino de aprender a vivir con ellas y a crecer en el proceso.
Este artículo es una adaptación de «Vivir la política de la vida cotidiana».