Cómo recuperar el foco y la creatividad

El desafío de la atención en la Era Digital

El diccionario de Oxford ha elegido la palabra del año 2024  «brain rot», que podríamos traducir como «podredumbre mental». Este término hace referencia al deterioro de nuestras capacidades cognitivas debido al consumo excesivo de contenidos triviales en internet. En un mundo donde el scroll infinito se ha convertido en un hábito casi automático, es más importante que nunca aprender a manejar nuestra relación con la tecnología y recuperar nuestra capacidad de atención profunda.

 

Daniel Goleman, autor de Inteligencia Emocional, señalaba que “saber concentrarse es más decisivo para un niño que su coeficiente intelectual”. Esta reflexión cobra aún más sentido en un entorno donde las distracciones digitales están siempre al alcance de la mano. En los últimos años, numerosos autores han abordado este desafío, entre ellos Martina Rua en La fábrica de tiempo, Johann Hari con El valor de la atención, Michel Desmurget en Más libros y menos pantallas, Cal Newport con Minimalismo digital y Marian Rojas Estapé en Recupera tu mente, reconquista tu vida.

A partir de estas lecturas, podemos extraer cinco hábitos clave para mejorar nuestra concentración y bienestar digital:

1. Establecer momentos de foco sin móvil

La multitarea es un mito. En realidad, lo que hacemos es alternar entre tareas, lo que genera un «coste de alternancia» que afecta nuestra productividad y concentración. Una técnica útil es la de Pomodoro, que consiste en trabajar por intervalos de 25 minutos sin interrupciones digitales, seguidos de un breve descanso. Este método hace que las tareas difíciles sean más llevaderas y ayuda a entrenar la atención sostenida.

2. Escribir a mano y plasmar ideas en papel

Dibujar mapas mentales, tomar notas en una libreta o escribir a mano clarifica el pensamiento y fortalece la memoria. Martina Rua destaca la importancia de los métodos analógicos en la organización del tiempo y la creatividad, ya que facilitan la reflexión en profundidad y nos permiten tomar mejores decisiones sin la interferencia constante de notificaciones.

3. Revisión de estadísticas y apps del móvil

Las redes sociales pueden convertirse en un ladrón de tiempo. Un ejercicio útil es analizar las estadísticas de uso del móvil y evaluar el coste-beneficio de cada aplicación. Existen iniciativas como la startup Balance Phone, que promueve dispositivos diseñados para acceder a internet sin la tentación de las redes sociales o plataformas audiovisuales. Así, se evita el uso del móvil como una respuesta inconsciente al aburrimiento.

4. Fomentar la divagación mental con paseos sin dispositivos

La creatividad florece en momentos de desconexión. Las ideas más innovadoras suelen surgir cuando permitimos que nuestra mente divague, algo que ocurre durante paseos en la naturaleza, al conducir, hacer ejercicio o incluso mientras realizamos actividades automáticas como lavarnos los dientes. Numerosos expertos recomiendan espacios sin pantallas para favorecer este estado mental.

5. Proteger el sueño y la desconexión laboral

El cansancio físico y mental no debería ser una insignia de honor. Francia, por ejemplo, ha legislado el «derecho a la desconexión» para proteger a los trabajadores del agotamiento digital. Tener hábitos de sueño adecuados y establecer límites claros entre el trabajo y el descanso es fundamental para la salud mental y la productividad a largo plazo.

Construcción de la fraternidad y la escucha atenta

Más allá de la atención y la concentración, la construcción de la fraternidad es fundamental en nuestra sociedad. Para ello, es clave desarrollar una escucha atenta y mantener una mente sana que permita el diálogo y la empatía con las personas que nos rodean. Iniciativas como la Fundación Giordani han resaltado la importancia de fomentar estos valores en un mundo donde la hiperconectividad muchas veces nos aísla en lugar de acercarnos. Recuperar el sentido de comunidad y fortalecer nuestras relaciones humanas es tan crucial como aprender a gestionar el uso de la tecnología.

Bonus: Leer novelas para fomentar la empatía y la concentración

La lectura profunda se está viendo afectada por la sobreexposición a pantallas. Leer ficción permite entrenar la atención sostenida y desarrollar la empatía. Para quienes deseen recuperar el hábito, pueden apoyarse en herramientas como Google Keep para registrar sus lecturas o plataformas como Goodreads. Los audiolibros, disponibles en servicios como Audible, también son una excelente opción para aprovechar tiempos muertos en traslados.

En breve

El debate sobre el uso y abuso de las pantallas suele centrarse en los niños y adolescentes, pero los adultos también debemos replantear nuestra relación con la tecnología. El ejemplo que damos es clave para las nuevas generaciones. Antes de preocuparnos por el tiempo de pantalla de los más jóvenes, es importante que aprendamos a gestionar el nuestro de manera consciente. Implementar estos hábitos no solo nos ayudará a mejorar nuestra atención y bienestar, sino que también nos permitirá redescubrir el placer de una mente enfocada, creativa y conectada con los demás.