Pensamiento crítico

Descubre cómo puedes cultivar esta habilidad para discernir entre la verdad y la ficción.

Antes que nada, qué es el pensamiento critico

Henry Ford, el visionario detrás de la icónica compañía de automóviles Ford, alguna vez dijo: «Pensar es el trabajo más duro que existe, y quizás esa sea la razón de que haya tan pocas personas que lo practiquen «. Esta afirmación resuena profundamente en nuestra sociedad, donde adoptar una mentalidad fundamentada en el pensamiento crítico se presenta como un desafío para muchos.

En esencia, el pensamiento crítico se refiere a la habilidad de examinar cualquier información de manera objetiva y formar juicios fundamentados en evidencia sólida, evitando caer en creencias infundadas. Aunque la verdad absoluta puede ser esquiva, el pensamiento crítico nos permite aproximarnos a ella desde nuestra propia perspectiva. Además, implica estar dispuesto a aprender de las opiniones de los demás, cultivar la empatía y buscar una mejora continua.

En definitiva, pensar de manera crítica no solo nos permite comprender el mundo que nos rodea desde una perspectiva racional, sino que también nos capacita para tomar decisiones más informadas y contribuir de manera más significativa a nuestra comunidad y sociedad en general.

 

Cuál es la conexión entre los principios y valores promovidos por Giordani con el pensamiento crítico:

  1. Autonomía del Pensamiento: Giordani defendía la importancia de la libertad de pensamiento y la autonomía intelectual.
  2. Búsqueda de la Verdad: él era un apasionado defensor de la verdad y la justicia. Fomentaba la idea de buscar la verdad a través del razonamiento y la reflexión, lo cual está estrechamente relacionado con el pensamiento crítico.
  3. Diálogo y Debate: creía en la importancia del diálogo y el intercambio de ideas como medios para el progreso social y la comprensión mutua.
  4. Ética y Responsabilidad Social: él abogaba por una sociedad basada en valores éticos y la responsabilidad hacia los demás. En el contexto del pensamiento crítico, esto implica no solo analizar las ideas desde una perspectiva individual, sino también considerar su impacto en la sociedad y actuar de manera responsable en consecuencia.

Su enfoque en la libertad intelectual, la búsqueda de la verdad, el diálogo constructivo y la responsabilidad social comparten similitudes con los principios fundamentales del pensamiento crítico. En este sentido, su obra y sus ideas pueden ser consideradas como una contribución indirecta al fomento de una mentalidad crítica y reflexiva.

 

¿Para qué sirve el pensamiento crítico?

Podemos decir que el sentido crítico es como el súper héroe que nos ayuda a distinguir entre lo mediocre y lo brillante, a separar la información que realmente importa de la que podemos dejar de lado, a desmontar prejuicios, a llegar a conclusiones sólidas, a ser creativos y a mejorar la manera en que nos comunicamos. En pocas palabras, nos permite ser dueños de nuestra mente y tomar decisiones que realmente valen la pena. Y no pienses que el pensamiento crítico es solo para los académicos, ¡no! Es algo que podemos usar en nuestra vida diaria, ya sea resolviendo problemas o tomando decisiones, tanto en casa como en el trabajo.

¿Cómo se adquiere esta habilidad?

Bueno, algunos dicen que es más fácil empezar a entrenarla desde pequeños.  Y si ya eres mayor, ¡nunca es tarde para aprender! Hay algunas cositas que podemos hacer para fortalecer nuestro sentido crítico. Por ejemplo, es importante aprender a analizar la información poco a poco, prestando atención a los detalles y buscando esos matices que a veces pasan desapercibidos. También es fundamental ser curioso y un poquito escéptico. En primera instancia no te quedes solo con lo que te dicen, siempre es bueno cuestionarlo y buscar otras fuentes para contrastar. Y por último, no te creas todo lo que oyes, especialmente si van deacuerdo a lo que tú piensas.

Los doctores Richard Paul y Linda Elder, investigadores de The Critical Thinking Organization, han identificado siete estándares intelectuales universales como una mini, mini guía que son esenciales para evaluar el pensamiento de manera efectiva.

Te estás preguntando cómo podrías aplicarlos en situaciones cotidianas:

  • Claridad: ¿Puedo entender lo que estoy pensando? Por ejemplo, si estás explicando cómo preparar una receta a alguien, ¿te aseguras de ser claro y fácil de seguir?
  • Precisión: ¿Estoy siendo exacto en lo que digo o pienso? Por ejemplo, si estás contando algo que te sucedió durante el día, ¿te aseguras de no exagerar ni omitir detalles importantes?
  • Relevancia: ¿Mi pensamiento se centra en lo que realmente importa? Por ejemplo, si estás discutiendo qué película ver en familia, ¿te mantienes enfocado en las preferencias de todos en lugar de divagar sobre otros temas?
  • Profundidad: ¿Estoy valorando todas las partes de la situación? Por ejemplo, si estás pensando en cambiar de trabajo, ¿tomas en cuenta no solo el salario, sino también el ambiente laboral y las oportunidades de crecimiento?
  • Amplitud: ¿Estoy considerando diferentes puntos de vista? Por ejemplo, si estás discutiendo un problema familiar, ¿escuchas las opiniones de todos los miembros antes de tomar una decisión?
  • Lógica: ¿Mi manera de pensar sigue un razonamiento sólido? Por ejemplo, si estás haciendo planes para el fin de semana, ¿tus decisiones están basadas en consideraciones prácticas y realistas?
  • Significación: ¿Lo que estoy pensando tiene relevancia para mi vida? Por ejemplo, si estás reflexionando sobre tus metas personales, ¿te aseguras de que estén alineadas con tus valores y deseos más profundos?

Estos ejemplo te pueden ser útiles a la hora de relacionarte en familia, en un entorno laboral  y porque no con amigos que piensan diferente a nosotros.